Zonificación (o regulación de control de desarrollo) es una herramienta que se puede utilizar para promulgar ordenanzas utilizadas para definir y delinear el desarrollo y el uso de la tierra. (O'Brien y otros, 2017; Miller, Hauer y Werner, 2015)
Las ciudades pueden utilizar la zonificación para crear, expandir o mantener bosques urbanos. Por ejemplo, la zonificación puede proporcionar un mecanismo para:
Ordenar la cantidad de espacio abierto en una ciudad, dejando espacio para que crezcan los árboles.
Designar áreas protegidas o sensibles, como franjas ribereñas de amortiguamiento o pendientes pronunciadas.
Regular los patrones de desarrollo de manera que dejen espacio para los bosques urbanos.
Proporcionar requisitos de plantación de árboles para nuevos proyectos.