Las ciudades consumen más de dos tercios de la energía mundial y representan el 70 por ciento de las emisiones globales (Banco Mundial 2010, p.15; CMNUCC 2017, p.8).
Las ciudades proporcionan infraestructura y servicios básicos, pero a menudo carecen de los recursos fiscales para mantenerlos y ampliarlos.
Frenar los impactos negativos del cambio climático depende de que las ciudades proporcionen infraestructura y servicios urbanos sostenibles.